Cuando se trata de la optimización integral de la logística, la cadena de suministro ocupa a menudo un primer plano. Pero, ¿no sería mejor analizar en profundidad la cadena de valor? ¿Cuál es realmente la diferencia entre la cadena de suministro y la cadena de valor?
En definitiva podemos decir que la cadena de valor comprende todas las actividades de una empresa que generan valor para el cliente. Cuanto mejor responda la suma de estas actividades a una necesidad, mayor será el valor para el cliente.
Una parte de estas actividades es el intercambio de bienes materiales e inmateriales. Este lo regula la cadena de suministro. Cuanto más eficiente sea el intercambio de bienes, mayor será la disponibilidad de estos bienes. Dado que el intercambio de bienes contribuye al valor para el cliente, la cadena de suministro forma parte de la cadena de valor.
Como gestor de cadena de suministro, director de logística o director de operaciones, ¿qué es más inteligente optimizar: la cadena de valor o la cadena de suministro? Nos hemos puesto en marcha y hemos recopilado los resultados más importantes. ¡Comencemos con el duelo entre la cadena de valor frente a la cadena de suministro!
¿Qué es la cadena de suministro?
La cadena de suministro, supply chain en inglés, comienza en el primer paso de la producción y termina con el cliente. Entremedias hay muchos nodos entre los que se intercambian bienes materiales e inmateriales. Se trata, por ejemplo, de materias primas, mercancía, servicios, informaciones y dinero.
En su forma clásica, la cadena de suministro describe el intercambio de bienes desde la producción y la distribución, hasta el punto de venta y los clientes en casa (última milla).
Ejemplo de cadena de suministro: un cliente compra un ordenador
Hasta que el ordenador acaba en las manos del cliente se intercambian muchos bienes. Primero se explotan las materias primas y se procesan. Los ordenadores se reúnen en almacenes centrales y después o se llevan a las tiendas o se envían directamente a los clientes finales.
Para que el ordenador llegue hasta el cliente sin dificultades se intercambian muchas informaciones sobre tiempos de entrega o stock y se comprueba el flujo de dinero. La cadena de suministro también cubre servicios posventa, por ejemplo, reparaciones.
El objetivo de la cadena de suministro es la máxima eficiencia del intercambio de bienes
La gestión de la cadena de suministro tiene un enfoque claro: la eficiencia del intercambio de bienes. Se trata de costes, calidad y tiempo de entrega del intercambio de bienes. Cada optimización de la cadena de suministro va dirigida a optimizar estas características de manera individual o combinada. Mejor calidad, pero más barato y rápido. La pregunta esencial es: ¿qué se intercambia y cómo?
¿Qué es la cadena de valor?
La cadena de valor, value chain en inglés, comienza, al igual que la cadena de suministro, en el primer paso de la producción y termina con el cliente. Entremedio hay muchas conexiones (cadena de suministro) y nudos en los que se produce valor para el cliente. Los puntos nodales son ubicaciones, empresas, personas u ordenadores. La cadena de valor comprende todas las actividades para la creación de valor en una red.
Ejemplo de cadena de valor: un cliente compra un ordenador
Para el cliente hay tres cosas importantes a la hora de comprar. Necesita un ordenador con un procesador rápido porque corta vídeos. Quiere tener el ordenador lo antes posible porque lo necesita para el trabajo. Además, tiene una idea del precio.
Si el fabricante de ordenadores quiere ganarse a este cliente, todas las actividades empresariales deben orientarse a generar el máximo valor para el cliente. Por lo tanto, se ofrece un ordenador con un procesador rápido que esté disponible cuanto antes y sea barato.
Además de actividades clave como la producción y el marketing, hay muchas otras actividades que generan valor añadido para el cliente. Por ejemplo, el ordenador se podría ofertar con un paquete de servicios para que el cliente no se tenga que preocupar más sobre posibles reparaciones.
El objetivo de la cadena de valor es generar valor añadido para el cliente
La gestión de la cadena de valor tiene un claro enfoque: el valor añadido para el cliente. Para ello hay muchos factores de influencia, como por ejemplo, tendencias, la situación económica general, influyentes y el tiempo. Cada optimización de la cadena de valor tiene como objetivo aumentar el valor para el cliente. En el mejor caso, el producto tiene una característica singular y crea para la empresa una ventaja competitiva. La pregunta esencial es: ¿por qué se hace algo y cómo?
La cadena de valor se extiende por todas las empresas desde la producción hasta el cliente, pero también dentro de una empresa individual, lo cual se puede representar y aclarar gráficamente con el modelo de cadena de valor de Micheal E. Porter. La cadena de valor según Porter diferencia entre actividades primarias y de apoyo. Las cinco actividades primarias (logística de entrada, operaciones, logística de salida, marketing y ventas y servicios) contribuyen directamente al valor para el cliente. Todas las empresas necesitan actividades de apoyo para poder ejecutar las actividades primarias. En este modelo se puede observar fácilmente que el intercambio de bienes (logística de entrada y logística de salida) es esencial para el valor del cliente.
Cadena de valor vs. cadena de suministro: las diferencias de un vistazo
La cadena de valor comprende todas las actividades, desde la producción hasta el cliente, que generan valor para el cliente. El valor del cliente se genera en muchos nudos y en las conexiones entre ellos. La suma de estos valores, a menudo agrupada en proposiciones de valores, genera en el mejor caso una ventaja competitiva.
La cadena de suministro regula el intercambio de bienes entre los puntos nodales y garantiza la disponibilidad de elementos materiales e inmateriales. Dado que también el intercambio de bienes genera valor para el cliente, la cadena de suministro forma parte de la cadena de valor.
He aquí una comparación directa:
Nuestra conclusión: pensar en cadenas de valor abre nuevas posibilidades de optimización
Tal y como se describe arriba, la cadena de valor centra su atención en todas las actividades que generan valor para el cliente, tanto material como inmaterial. Comparando directamente los modelos de cadena de suministro clásicos y el enfoque de cadena de valor puede determinarse rápidamente que el primero, a menudo, no es suficiente. El planteamiento de la cadena de suministro descuida en la mayoría de los casos la generación de valor inmaterial. La amplia difusión de estos modelos se debe a que en las últimas décadas el valor para el cliente se ha producido principalmente por la producción y la distribución eficiente. Sin embargo, esto ha cambiado radicalmente en los últimos años. Ahora todo gira en torno a la información, un valor inmaterial para el cliente. Los clientes quieren comprar productos que estén adaptados a su vida y solucionen un problema. Quieren saber tanto como sea posible sobre el producto, participar en el diseño e implicarse. Para ello, entre el cliente y la empresa deben intercambiar mucha información que repercute en la producción y la distribución. Todo esto requiere una nueva forma de pensar.
Pensar en cadenas de valor convierte al cliente en el centro de interés. La manera en que se hacen las cosas puede reinventarse completamente. Aclaremos el tema de las devoluciones. En lugar de gestionar las devoluciones de la manera más eficiente posible (enfoque de la cadena de suministro), mediante el asesoramiento de ventas se deberían evitar las devoluciones o reducirlas a una pequeña cantidad. Otro buen ejemplo es la determinación de necesidades mediante el análisis de comportamiento de los clientes o previsiones meteorológicas. Efecto secundario positivo: los dos ejemplos son realmente sostenibles. Aquí la digitalización ofrece muchas oportunidades nuevas.
El enfoque de la cadena de valor permite además que una empresa sea más resiliente. ¿Cómo? Muy sencillo. La cadena de valor es como el plan de construcción para generar el valor para el cliente. Esta define por qué se va a desarrollar un producto y cómo. Incluso cuando los fabricantes o proveedores fallan por eventos imprevistos, como catástrofes naturales, pandemias o guerra, el plan de construcción persiste. Se pueden emplear nuevos socios comerciales. Esto genera resistencia y hace que la cadena de valor sea resiliente.
El duelo entre la cadena de valor y la cadena de suministro se ha decidido claramente. Gracias a su enfoque integral, la cadena de valor ofrece infinitas posibilidades de diseño y optimización que van más allá del intercambio de bienes (cadena de suministro): nuevas tecnologías, nuevas cualidades de los empleados y nuevos modelos empresariales.
En KNAPP amamos este mundo de nuevas posibilidades. Como Value Chain Tech Partner queremos aprovechar al máximo el potencial de la cadena de valor con nuestros clientes. Así hacemos que nuestros clientes tengan aún más éxito.
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